El 14,6% de las personas trabajadoras deberían cambiar de empleo para eliminar la segregación laboral en los municipios del AMB

¿Cuál ha sido la evolución de la segregación laboral? ¿Cómo se desglosa por sectores de actividad? Este estudio del área de economía regional y urbana del Instituto Metròpoli analiza estas cuestiones

04/11/2024

La segregación laboral por género en los municipios del AMB medida con el Índice de Karmel y MacLachlan (KM) alcanzó el 14,6% en 2022. Esto significa que el 14,6% de los trabajadores (tanto hombres como mujeres) deberían cambiar de empleo para igualar la proporción entre los sexos. Es decir, con este cambio de empleo podría obtenerse un grado de segregación nulo, manteniendo constantes la estructura sectorial y los porcentajes de participación por sexo en el empleo total.

Éste es uno de los principales resultados del estudio Crecimiento inclusivo. Evolución de la segregación laboral por motivo de género en el AMB, publicado por el equipo de economía regional y urbana del Institut Metròpoli.

El análisis de la segregación laboral por género es importante por su relación directa con la desigualdad salarial, que afecta especialmente a las mujeres, limitando sus oportunidades e incrementando la brecha de ingresos respecto a los hombres. Es una forma de discriminación contra la mujer por la que existen explicaciones que van desde las teorías del capital humano, pasando por las de factores institucionales, así como las teorías feministas.

Evolución de la segregación laboral

Dentro del área metropolitana de Barcelona, ​​el municipio de Barcelona, ​​con uno de índice KM del 13%, presenta una segregación laboral menor que el resto de ámbitos. En comparación, el resto del AMB y el resto de la RMB son los ámbitos con mayor segregación laboral (del 17,3% y del 17,8%, respectivamente). En cuanto a la evolución del índice KM entre 2012 y 2022, la segregación laboral ha disminuido en todos los ámbitos analizados, especialmente en el resto del AMB, seguido de Barcelona y el conjunto del AMB.

Índice KM desglosado por sector de actividad

Cuando se desglosa el índice KM por sectores de actividad, se observa que cinco sectores (actividades sanitarias y de servicios sociales; comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos a motor y motocicletas; construcción; industrias manufactureras y transporte y almacenamiento) representan entre el 60-70% del valor del índice de cada ámbito. En Barcelona, ​​estos sectores explican el 52% del valor del índice.

Por tanto, la estructura sectorial de cada ámbito es la principal causa que explica la diferencia de valores del índice entre los diferentes ámbitos. En ámbitos como el resto del AMB o el resto de la RMB, donde la industria concentra un número significativo de trabajadores, el valor del índice KM es mayor. Por el contrario, en Barcelona, ​​donde los servicios tienen más peso que la industria, el valor del índice es menor.

Descomposición del índice KM

La descomposición del índice KM en sus diferentes componentes permite observar que el efecto composición (cambios en la distribución por sexo en los sectores) y el efecto empleo (cambios en la estructura sectorial de los trabajadores) son los principales factores que explican la disminución de la segregación por razón de género entre 2012 y 2022 en la mayoría de ámbitos. Los cambios en la proporción de hombres y mujeres en el empleo total (efecto género) también han disminuido el índice en todos los ámbitos, si bien su importancia es mucho menor en comparación con los demás efectos.

Es importante destacar que una parte importante de la reducción de la segregación se ha producido gracias a cambios en los pesos de las actividades productivas (efecto empleo). Desde un punto de vista de igualdad entre sexos, sería preferible que la convergencia hacia niveles menores de segregación se produjera de forma transversal, en todos los sectores productivos, es decir, que el efecto composición tenga un protagonismo destacado.

En definitiva, aunque la evolución es positiva, todavía es necesario impulsar más iniciativas para reducir las diferencias entre hombres y mujeres en el mercado laboral. La reducción de la desigualdad laboral debería comportar la disminución de las diferencias salariales entre hombres y mujeres, permitiendo así aprovechar mejor la capacidad productiva. Esta mejora será especialmente importante en un contexto de creciente envejecimiento de la población.