El IERMB es ahora el Instituto Metrópoli

A punto de celebrar nuestros primeros cuarenta años de historia, iniciamos una nueva etapa, con un cambio de marca corporativa: nuevo nombre e identidad visual.

04/05/2023

La decisión de dar este paso, muy pensada de forma colectiva, nos permite adecuar nuestra imagen, la forma en que proyectamos quiénes somos y qué hacemos, a los objetivos, estrategias y a los nuevos retos a los que hace frente nuestro Instituto hoy.

El Instituto Metrópoli transmite, así lo creemos firmemente, nuestro compromiso con el entorno y la voluntad de acompañar políticas públicas y prácticas ciudadanas.  Evidencia también, de forma inequívoca, que nuestro foco central de estudio es la metrópoli y pone de relieve nuestro rigor e independencia como referente en la investigación urbana en nuestro país.  Y todo ello, manteniendo el conocimiento que la sociedad, el mundo académico y la administración pública tiene de nosotros y nuestra identidad diferenciada, haciendo valer la continuidad con nuestra trayectoria.

La imagen del Instituto Metrópoli nace del IERMB y consta de dos elementos identificativos. Un símbolo dinámico, que nace de una trama metropolitana, y un logotipo. El símbolo nace a partir de la antigua marca del IERMB donde, a partir de una modulación geométrica, se genera una trama del territorio. Este nuevo símbolo también se convierte en una “M” de Metrópoli.

 

 

Lo que hemos hecho ha sido un camino largo, en el que ha participado todo el equipo de la organización, que ha expresado esta necesidad de actualización de nuestra identidad.

La nueva marca que define el Instituto encaja con nuestra estrategia 2020-2023, una estrategia innovadora, orientada a generar y compartir conocimiento de calidad y socialmente útil, que ayude a la construcción del derecho a la metrópoli.  Una imagen que acompaña esta investigación que llevamos a cabo y que tiene voluntad de impacto en las políticas públicas y de abordaje de los retos vinculados a los cambios socioculturales, la emergencia climática, y las transformaciones tecnológicas y económicas.

Otro de los aspectos que recoge esta nueva etapa que iniciamos es el crecimiento y la diversificación sostenida en cuanto a la actividad y al equipo humano. Actualmente, trabajan 77 personas, de las cuales 54 son investigadoras, que llevan a cabo un puñado de trabajo participativo e interdisciplinario.

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